sábado, 11 de julio de 2015

Los partidos políticos están desdibujados: Tamayo

Los resultados del pasado siete de junio exhibieron «la crisis profunda del sistema de partidos», no sólo su falta de credibilidad como canales para la expresión política sino un distanciamiento con la sociedad a raíz del pacto por México, y son los grandes perdedores porque la votación se vio disminuida al no representar opciones diferentes entre ellos. 



Aunado a eso, el surgimiento de las candidaturas independientes los obligará a cambiar, «los pusieron contra la pared», o crear nuevas opciones porque además el problema es estructural: «ni los senadores representan a sus estados, ni los diputados de mayoría relativa representan a sus distritos porque obedecen a sus partidos».

Es el punto de vista del investigador de la Universidad de Guadalajara y exconsejero electoral, Jaime Tamayo Rodríguez, quien asegura que los candidatos independientes «abrieron el canal que parecía cerrado a partir de cómo se elaboró la ley, estaban muy acotadas y difícil de cumplir con los requisitos, yo había señalado que sólo quienes recibieran apoyo de los partidos tendrían posibilidades de ganar, no los verdaderamente independientes».

Es claro: «los partidos políticos están desdibujados. Enfrentan una crisis que los obligará a cambiar, a crear nuevos. Se ponen las pilas, se abren a la ciudadanía, toman algún tratamiento para la esclerosis política que tienen y se definen políticamente ante la sociedad con un perfil más propio y en ese caso pueden cambiar las cosas».

CANDIDATURAS INDEPENDIENTES DESVIRTUADAS

Entrevistado en su cubículo, Jaime Tamayo señala que «las candidaturas independientes fueron un avance pero muy limitadas y en algunos casos que acaban de ganar por esa vía, como «El Bronco», están desvirtuando el sentido.

«Son una vacuna contra lo que podríamos denominar el sistema proteccionista de partidos, como hubo un sistema económico proteccionista también, esto viene a romper con este sistema de las burocracias de los partidos porque las élites partidistas se entienden entre sí para protegerse mutuamente, pero ahora se abre un hoyito que a lo mejor es un boquete en términos no sólo de los disidentes de los partidos que, siendo populares, se vayan ya no a otros partidos sino como independientes cuando tienen los obstáculos de la burocracia o cuando los ciudadanos no tengan interés en los partidos tratándose de líderes regionales o populares.

Por tratarse de las primeras, existe el riesgo de que pueda llegar un Fujimori o, en el otro extremo, un Antanas Mokus, como ocurrió en Colombia.

Dices que hay crisis de los partidos, pero el PRI conservó la mayoría en el Congreso.

—«Sí, pero eso tiene que ver con la estructura de representación que es absolutamente injusta, porque además tanto el PRI como el PAN habían hablado que ya se había consolidado la democracia y que habría qué volver al modelo uninominal, lo cual es una aberración tremenda».

Ejemplifica: existen muchas formas de expresión que pueden tener un porcentaje de votación importante pero difuso y que no se concentra en un solo distrito y entonces así tengan el diez por ciento no tendrán ni un solo diputado, y por el contrario se puede tener la mayoría absoluta, la totalidad con apenas el 30 por ciento de los votos y como se mantiene la cláusula de gobernabilidad, más el hecho de que van tres quintas partes por votación uninominal permite que haya este tipo de representación totalmente falsa.

«El PRI, junto con el  Verde, no llegan al 40 por ciento y sin embargo tienen el 50 por ciento de la representación. Está recibiendo gratis el 14 por ciento a costa de otros partidos.

«Esto hace que sea un sistema muy injusto y precisamente un sistema más equilibrado es aquel que poniendo un piso, si tú quieres incluso alto, fuera exclusivamente de representación proporcional como pasa en las democracias más avanzadas y en los modelos parlamentarios, puedes incluso poner el orden de la lista, no como te la pone el partido.

«Lo que es absurdo es esta forma que no hace que representen ni a distritos, porque esa es otra gran mentira, porque ni los senadores representan los estados ni los diputados representan a sus distritos porque obedecen a sus partidos incluso son sancionados si no votan en la línea de sus partidos, eso es la partidocracia», explica.

Abunda: ¿Qué sentido tiene que votes por Juan Pérez en tu distrito si no va a representar tus intereses, sino los de su partido, mejor que sea por lista y tú decides qué proyecto quieres apoyar.

Las candidaturas independientes ¿fueron un avance?

—«Sí, pero muy limitado, aunque tendrán un impacto importante porque pueden ser usadas para intentar al menos tumbarle votos al partido que vean con más posibilidades como el caso de “Lagrimita” aunque realmente no fue así.

Veremos, si la estrategia de “El Bronco” no es priista porque los empresarios decidieron meterse con todo en Nuevo León, es decir, acaban de ganar y ya se están desvirtuando, a excepción del caso Kumamoto donde vemos la idea, la esperanza de que pueda ser una opción para los ciudadanos realmente y pone en evidencia que con recursos muy pobres pero con inteligencia y el uso de las tecnologías de la información se puede ganar una elección.

Pone en evidencia, dice Jaime Tamayo, el porqué se les tienen que dar tantos recursos a los partidos si además tienen el espacio muy amplio de acceso a los medios de comunicación, esto habla de la necesidad de revisar el costo de las campañas, el costo de los partidos y un estricto control de los recursos porque hemos visto cómo los grandes partidos están siendo sancionados por los gastos de campaña».

¿Están en veremos, entonces?

—«El caso de “El Bronco” es clarísimo, es un expriista que tiene el apoyo del aparato del PRI y del aparato empresarial de Nuevo León, en el caso de Clouthier hablamos de un expanista que tiene una fuerza en el interior de ese partido más o menos significativa y en otros casos aparenta ser así, sólo el caso de Kumamoto, que es un caso interesante en términos de cómo surge la candidatura, o por lo menos en lo que se conoce y cómo creció, surge desde un grupo de estudiantes de una universidad privada que al parecer tiene todo el apoyo de esa escuela, y que además se presenta como una forma fresca y un lenguaje accesible a los sectores sociales que viven en ese distrito, que tienden a ser más bien conservadores, un candidato que es capaz de tumbarle votos al PAN y ser más atractivo que el Partido Movimiento Ciudadano».

¿Es un distrito antipriista más que panista?

—«Es un voto que proviniendo del PAN se mantiene como antipriista, pero no se lo dan al PAN ni se va al Movimiento Ciudadano y tiene dos consecuencias: las bancadas de estos partidos en el caso del PAN no tendrán ni un solo diputado local, el PMC tendrá uno más de mayoría relativa, pero que resulta también es que la votación que él obtuvo no se suma para el reparto de plurinominales en un distrito que le aportaba mucho al PAN para las plurinominales.

Visto objetivamente en estos momentos, en términos numéricos, pareciera que vino a beneficiar más al PRI, que es el partido gobernante, aunque él pueda jugar un papel no de oposición sino que canalice una nueva forma de participación ciudadana pero no necesariamente formará parte en lo general en los papeles de oposición, esto hace que esta candidatura independiente que parece ser la única realmente independiente entre las conocidas, deberá revisarse pare ver cuál es el papel que realmente asume, si una voz crítica contra el sistema de partidos y particularmente contra el partido gobernante o si es simplemente una bisagra para determinar mayorías para un lado u otro y a cambio de qué».

¿Kumamoto es una patada en la espinilla?

—«Es abrir un hueco o mostrar que hay posibilidades de que irrumpan candidaturas independientes a la Presidencia de la República. Me da la impresión, sin tener los elementos, que el PRI ya está jugando esa carta a través de Mancera, que sería un buen candidato y sería el “Lagrimita” de la izquierda a nivel nacional pero vamos a ver qué pasa».

Te veo entusiasta.

—«Me veo ambivalente, creo que hay casos lamentables y otros muy valiosos. Pero lo que es cierto es que a los partidos los obliga a abrir sus candidaturas pero democratizándolas incluso a la sociedad para evitar precisamente que terminen siendo rebasados, creo que en ese sentido hablo de una vacuna».

LA SOBREVIVENCIA DE LOS PARTIDOS

Las elecciones también mostraron que se les cayó el voto corporativo, a menos que utilicen armas de presión totalmente ilegales como amenazas de que perderán el empleo, etcétera, sería volver a los tiempos de los sesentas, de los setentas, me parecer que eso será confirmar que vamos a una regresión autoritaria tremenda. Veo difícil que se pueda dar.

Agrega que el PANAL es otro caso, su estructura está hecha a partir de los sindicatos, con candidatos de los sindicatos, ese es el partido de los maestros, de la dirección del SNTE, de la línea  oficial y no fue capaz de llevar a los maestros a votar por él. No sirvió.

Precisa que «el corporativismo prácticamente está muerto, hay opción de candidaturas independientes y no de tránsfugas de partidos con apoyos de grupos empresariales, obviamente con apoyos de grupos de partidos pero no es propiamente de un partido».

«Creo que esa es una buena lección para el sistema de partidos, para la burocracia partidista, para lo que se denomina partidocracia, para que abran sus candidaturas y proceso a una mayor participación».

¿Tienen manera de sobrevivir los partidos políticos?

—«A la larga sí, los partidos son una estructura que no ha sido superada por otras formas para la participación en los procesos electorales aún con esta crisis, tendrán que recomponerse, tendrán que buscar alternativas, puede ser que se formen más partidos, partidos movimiento, que se recupere algún concepto de partido social, incluso tengan que ser más definidos en su ideología, creo que uno de los problemas en esta elección es que el Pacto por México borró las diferencias de tal manera que la izquierda y la derecha terminaron apoyando un proyecto de la derecha neoliberal».

Con eso «ya se demostró que tendrán que recomponerse quizás con nuevos partidos: MORENA ya ocupa un lugar más importante que la izquierda».