“Karl Marx y Max Weber entre otros, se equivocaron al decir que se caminaba hacia una sociedad sin religión. Más bien lo que ha ocurrido, es el surgimiento de un porcentaje de personas que creen en una religiosidad sin religión y al parecer hacia eso se camina”.
Luego de señalar lo anterior, Darío Armando Flores Soria, profesor de Historia de las Religiones en el Departamento de Historia, del Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades (CUCSH), se refirió a los conceptos de espiritualidad y religiosidad.
En el presente, el también profesor de Antropología de la Religión, en el Departamento de Antropología, dijo que “encontramos una separación, pero dependiendo de la perspectiva desde la que se vea, se encontrarán las definiciones de cada concepto”.
Flores Soria asentó que para el Catolicismo, la espiritualidad es entendida, “precisamente como el culto, la práctica y seguir los preceptos; eso es lo que se plantea”. En tanto que “desde el punto de vista de nuevos movimientos o de la Newedge, no se requiere de una institución, sino que es una cuestión individual, donde lo religioso está en lo personal y la divinidad se puede buscar a través de este camino. Entonces la espiritualidad es diversa según el contexto”.
Desde una óptica más amplia, “la espiritualidad se contrapone a lo material, a lo corporal, de ahí que la búsqueda de lo espiritual sea la negación del mundo material o del mundo cotidiano y por lo tanto del mundo secularizado”.
El académico precisó que “secular viene de siglo y se interpreta como lo que está fuera de lo religioso y atiende a la división que se ha hecho entre lo sagrado y lo profano. De ahí que religión y espiritualidad hayan tenido como concepto la vinculación a lo divino”. Sin embargo, “religión también representa resignificación, que en este caso podría ser la espiritualidad, es decir, se habla de espiritualidad sin pertenecer a una religión”.
Atendiendo a la estadística mundial, “la creencia que predomina hoy por el número de personas que la profesan es el Cristianismo (Catolicismo, Protestantismo y otras); le sigue el Islam y luego el Hinduismo y el Budismo, pero hay una enorme variedad de matices dentro de éstas y además están los nuevos movimientos religiosos que han surgido”.
Dentro de esta gama “aparecen los que están en la espiritualidad sin religión o sin institución y que se incluyen en la estadística como sin religión. Hablamos de más de mil millones de personas en el mundo. Y además hay otro tanto como de mil 200 millones que se dicen agnósticos o ateos”. Los agnósticos, explicó el especialista “son aquellos que creen que no es posible demostrar la existencia de dios, mientras que los ateos afirman la no existencia de dios”.
“A grandes rasgos, este sería el gran campo de la práctica y creencia religiosa, que sería el contexto para dotar de sentido a la palabra religión o espiritualidad”, remató Flores Soria.