El 3 de abril del presente
año fue un día oscuro para algunos hombres y mujeres de poder en el mundo, con la salvedad de que se difundió la noticia a nivel nacional e internacional, por
el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ) donde agrupa más de 100 medios internacionales, más de 370 periodistas de 78 países del
mundo, la cual obtuvieron a través del Periódico Alemán Süddeutsche Zeitung más
de 11.5 millones de documentos que revelan cómo personas poderosas ocultan sus
fortunas. Dicha investigación denominada “Panamá Papers” o “Los Papeles de
Panamá”, por su origen en la empresa con sede en Panamá llamada
Mossack-Fonseca, fundada por Jürgen Mossack y Ramón Fonseca.
Esta investigación tuvo
como uno de sus objetivos difundir dicha investigación por los medios agrupados
por la ICIJ, y a la vez retomada por miles de medios de comunicación
reproduciendo la noticia a escala mundial. Es que se trata de un escándalo
financiero, donde personas relacionadas con el deporte, la política, las empresas,
el narcotráfico, que han ostentado un cargo de gran envergadura en sus
naciones, de acuerdo con la información, evadieron el pago de impuestos en sus
países o presuntamente desviaron recursos económicos o cuentan con recursos de
procedencia ilícita, y dichas fortunas se encuentran en empresas con mínima
transparencia, manejadas en las finanzas de offshore.
De todos es sabida la
existencia de paraísos fiscales en el mundo; es fácil encontrarlos en países
con gran afluencia de capitales y poca regulación jurídica; pero ahora las
personas que tienen grandes fortunas, que muchas de las veces no son de
procedencia lícita, buscan sociedades offshore, las cuales desarrollan su
actividad en algún país, y su registro legal se encuentra en otro país;
trabajan con gran secrecía para “esconder millones de millones de dólares” o
cantidades exorbitantes de dinero, ya que en sus países de origen, las personas
no informan a las instituciones de administración tributaria acerca de la
fortuna, que muchas ocasiones son incalculables, con el fin evadir el pago de
impuestos, cometiendo fraudes financieros e incluso son recurrentes los actos
de lavado de dinero.
Para esto, la presente
investigación global deja al descubierto que la empresa panameña
Mossack-Fonseca ayuda a las empresas a instalarse en paraísos fiscales y
esconder grandes sumas de dinero, triangulando los recursos y desapareciendo
rastros del dinero de personas poderosas y ricas en el mundo, esquivando leyes
y procesos jurisdiccionales. Tal como lo señala su mismo portal web, esta
empresa ha tenido antecedentes donde se le ubica como una firma que cooperaba
con temas de lavado de dinero y financiamiento al terrorismo, ubicada en la
lista gris del Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI, por sus siglas).
“Los Papeles de Panamá” es
una clara muestra de que algunos gobiernos de los países en el mundo avalan de
forma indirecta la presencia de paraísos fiscales en su jurisdicción. En México
sólo dos medios de comunicación están dando puntual seguimiento a esta investigación,
las cuales son: Proceso y Aristegui Noticias, integrantes del Consorcio
Internacional de Periodistas de Investigación; se puede decir que dichos medios
fundamentan su actuar bajo los principios de transparencia y máxima publicidad,
de acceso a la información pública, libertad de expresión y derecho a la
información que poseen todos los mexicanos o extranjeros de conocer los “Panamá
Papers”.
No obstante de esta
información de suma relevancia, son poca las personas que han salido a la luz
pública a desmentir esta información en el país. ¿Pero cuál es su impacto en
México de la presente investigación? Por supuesto en México hay una larga lista
de personas que se encuentran inmiscuidas en la presente investigación, por
mencionar algunos: Armando Hinojosa Cantú, Ricardo Salinas Pliego, Alfonso de
Angoitia, Ramiro Garza Cantú, Omar Yunes Márquez, Rafael Caro Quintero, entre
muchos más.
El 6 de abril del año que
transcurre, Aristóteles Núñez Sánchez, jefe del Servicio de Administración
Tributaria (SAT), señaló que el SAT investiga 33 casos de personas mexicanas,
respecto a “Los Papeles de Panamá”, y que en su mayoría estas personas son
empresarias. Mientras el primer ministro de Islanda, David Sigmundur
Gunnlaugsson, renunció a su cargo dos días después de darse a conocer la
noticia. En México nadie ha renunciado, mucho menos han aclarado las
revelaciones de los medios de comunicación pertenecientes al Consorcio
Internacional de Periodistas de Investigación. Pareciera ser que la corrupción
en México es parte de los poderosos en el país; con su actuar, parecieran no
temerle a la aplicación de la ley y las normas jurídicas.
Leonel Cásares García
Maestro en Derecho Constitucional por la
Universidad Autónoma de Guerrero
Maestro en Derecho Constitucional por la
Universidad Autónoma de Guerrero