martes, 16 de agosto de 2016

Los blogs jurídicos en México, un balance

blog Entre 1920 y 1922, Franz Kafka compartió a Milena  Jesenská, no solo su miedo y preocupación por la  impersonalidad que generaban los profundos cambios  en las nuevas formas como se comunicaban las  personas, sino, y sobre todo, su aversión a esa  extraña actividad de escribirse cartas. Kafka dijo:

 ¿De dónde habrá surgido la idea de que las personas  podían comunicarse mediante cartas? Se puede  pensar en una persona distante, se puede aferrar a  una persona cercana, todo lo demás queda más allá                                                                de las fuerzas humanas.


Escribir cartas, significa desnudarse ante los fantasmas que lo esperan ansiosamente. Los besos por escrito no llegan a su destino, se los beben los fantasmas por el camino… La humanidad lo percibe y lucha por evitarlo; y para eliminar lo fantasmal entre las personas y lograr una comunicación natural, que es la paz de las almas, ha inventado el ferrocarril, el automóvil, el aeroplano, pero ya no sirven, son evidentemente descubrimientos hechos en el momento del desastre, el bando opuesto es tanto más calmo y poderoso, después del correo inventó el telégrafo, el teléfono, la telegrafía sin hilos.

…Las personas casi nunca me han traicionado, pero las cartas siempre…

En dichas líneas, el escritor que mejor ha precisado narraciones sobre el abrumador funcionamiento del derecho y la justicia, manifiesta los riesgos de la artificialidad, la falta de seriedad, e incluso la falsedad en la transmisión de palabras para comunicar ideas.

Desde el pasado, el miedo y los riesgos por las novedosas formas de transmitir mensajes y por acceder a la información han estado presentes en nuestro entorno… Ante las vertiginosas transformaciones tecnológicas, el Derecho parecería que siempre llega tarde a su cita con la sociedad, pues cuando más se le necesita para proporcionar certeza, la insuficiencia de sus formas queda en evidencia ante la premura del contexto.

Y es que la globalización ha provocado la fusión de realidades en todos los ámbitos que trastoca el Derecho. Entre algunas de sus diferentes derivaciones, se encuentra la adecuación de las estructuras tradicionales no solo de acceder a las fuentes de información, sino también en lo que respecta a su producción.

Aunado a dicho contexto de interdependencia, el uso de distintas estrategias comunicacionales y simbólicas por parte de los operadores jurídicos ha creado barreras que antes que generar conocimiento y hacerlo accesible, se enfoca en oscurecer un potencial diálogo transversal. Cuando la inmensa cantidad de ordenamientos están redactados con más tecnicismos que palabras llanas, al momento en que las resoluciones judiciales siguen las mínimas reglas de sintaxis (evitando cualquier indicio de brevedad), y la doctrina científica se construye pensando no en el público en general sino en los propios juristas (sin mencionar la cuestión de lo costoso que resulta obtener ciertos recursos bibliográficos), el acceso al Derecho ya no solo resulta poco estimulante desde un plano intelectual, sino también algo poco democrático.

El desarrollo divulgativo del Derecho a través de los blogs, ha encontrado una metodología tan creativa como divergente para su promoción, sirviendo como instrumento de crítica versátil (que permite la construcción de un conocimiento más democrático y accesible para todos), pero, a la vez, conllevando riesgos que perturban esquemas tradicionales y modifican una cierta concepción sobre el trabajo jurídico.

Estos riesgos cobran relevancia en territorio mexicano, ya que si bien es cierto que el fenómeno de los blogs se encuentra globalizado y la existencia de un importante número de blogs jurídicos en Hispanoamérica sirve para afirmar lo dicho, también lo es que en México ha tardado en madurar. Las razones serían varias, sin embargo, la gran cantidad de escuelas de Derecho que existen en el país (con sus profundad desigualdades en cuestiones económicas y cualitativas), a la par de una añeja casta de juristas renuente a facilitar el uso de nuevas tecnologías, podrían dar algunas luces sobre dicho rezago.

A pesar de que cada vez existen más nuevos medios informativos mexicanos encargados de realizar periodismo de investigación en temas jurídicos, o que organizaciones no gubernamentales abren espacios para compartir opiniones legales, el fenómeno de los blogs jurídicos como tal (en comparación con otras latitudes, y teniendo en consideración el número de abogados en el país), no ha terminado de echar raíces en México.

De ahí que, a continuación y de manera descriptiva, se ofrece una lista, sin aspiraciones limitativas, sobre algunos de los principales miedos y riesgos que suelen utilizarse como excusas al momento de abordar el tema de los blogs jurídicos.

“Antes de actuar, piénsalo dos veces” – Irreflexividad

La hiperdocumentación a la que la sociedad está expuesta, provoca que, de forma casi instantánea, se tenga una rápida opinión sobre lo que ocurre. Así el contenido de los blogs, por aprovechar la coyuntura del momento, contrasta con otros dilatados y reflexivos procesos de escritura, como los artículos académicos.

“Lo pasado, pasado” – Cronología inversa

A pesar de diferentes funciones y modalidades formales y estéticas en el diseño de un blog, casi
de manera irremediable, su formato está articulado a través de un orden cronológico inverso, donde el contenido que se presenta no es el mejor, o el más pertinente, sino el último que se publica.

“Más vale pájaro en mano que ciento volando” – Desinformación

La anarquía que impera en Internet resulta un arma de doble filo, pues por un lado generaliza las posibilidades de cualquier persona para publicar lo que piensa, mientras que, por el otro, ante tantas opciones la confusión y la sensación de incomprensión puede llegar a saturar.

“Los libros electrónicos no huelen a libro” – Desconfianza

El simple hecho de que una publicación jurídica se encuentre respaldada por un comité editorial, o por un conocido sello bibliográfico, puede que de entrada otorgue confianza y seriedad en comparación con la individualidad que implica un blog.

“A lo hecho, pecho” – Irresponsabilidad

No por que los blogs sean espacios alternativos, o exentos de formalidades, significa que gocen de un trato diferenciado al momento de hacer público su contenido. Las opiniones ahí vertidas, al igual que en cualquier otro ámbito, encuentran repercusiones y, por ende, tienen limitaciones y pueden ser materia de la normatividad aplicable.

Ahora bien, resulta pertinente mencionar que esta lista no implica fuertes impedimentos para desarrollar un blog, pues, en gran medida, el buen funcionamiento del mismo dependerá de la prudencia, la creatividad, la constancia, y la continua comunicación del administrador con sus lectores. Así, estos riesgos suelen atenuarse al ponderar algunas de sus mayores potencialidades:

Democratización

La retroalimentación de los blogs, y su horizontalidad, a través de las secciones de comentarios y el contacto directo, fomenta espacios de diálogo transversales, donde el autor abandona su trinchera para resolver dudas sobre sus publicaciones e incluso defenderlas.

Paridad socio-comunicativa flexible

Los blogs de abogados son un tipo de comunicación especializada en un contexto informal, de ahí que las posibilidades que otorga un contexto como el de los blog jurídicos parece ser uno de los mejores ventajas para fomentar un entendimiento lingüístico igualitario.

Prontitud

La naturaleza de los blogs no aspira al tradicional análisis intelectual que exige el campo académico, ni se contrapone con el mismo. En todo caso, lo que se publica en estos espacios contará con posibilidades para, eventualmente, desarrollarse.

Líderes de opinión pública

La rápida toma de postura respecto a lo que acontece genera un impacto transversal en sociedad. Así, los vínculos que se pueden generar con otras personas, provoca la identificación de ciertos temas con los autores, posibilitando la utilización de estos como foros de denuncia, como espacios alternativos de organización colectiva.

Sencillez operacional

Crear un nuevo blog es un proceso fácil, que no requiere ningún nivel elevado de manejo de las nuevas tecnologías. Lo amigable que pueden ser las distintas plataformas para desarrollar un blog es un aliciente importante que promueve la idea de simplicidad en el campo jurídico.
A pesar de que el tema de los blogs no se puede decir que sea el tema del momento, o quizá uno de los más nuevos dentro del impacto que tiene la tecnología en el campo jurídico, la importancia de su estudio radica en ampliar las posibilidades para fomentar otras maneras de socializar el Derecho más allá de los juristas y en tratar de conciliar a las futuras generaciones de abogados y las condiciones que se despliegan.





Juan Jesús Garza Onofre. Profesor de la Facultad Libre de Derecho de Monterrey.