La clave de la competitividad de un país está en la especificidad laboral de sus habitantes. La globalización nos obliga a buscar la
especialización poder hacerle frente a los nuevos retos. Ya sea tanto en desarrollo
personal, profesional o humano; lo que decidamos y hagamos hoy determinará
nuestro futuro.
Se prevé que en los próximos años nuestro país sufrirá
de un superávit humano, es decir que habrá más profesionistas que puestos de
trabajo disponibles. Por eso la idea central de la creación de nuevas carreras
especializadas es hacerle frente a esta problemática que se alza amenazando a
la sociedad y economía mexicanas.
Como una solución a esta situación que afecta al universo
laboral mexicano y ante el surgimiento de nuevas tecnologías, el descubrimiento
de nuevos horizontes y el abanico de oportunidades y perspectivas de las
personas hoy en día, las universidades se han visto obligadas a ofrecer nuevas
carreras que permitan a los futuros profesionales, poder desarrollarse y
garantizar una fácil y rápida inserción al mercado laboral con base a gustos y
motivaciones diversas, fuera de lo convencional y reorientadas hacia las
especialidades demandadas.