lunes, 15 de junio de 2015

La dignificación del cómic como género que construye memoria

 construir memorias a través de un cómic

 La construcción de la memoria no sólo es un proceso  subjetivo sino es, además, un procedimiento  dinámico e interactivo en el que intervienen varias  personas y esto se demuestra en la narrativa de tres  artistas del cómic que narran las memorias de sí  mismos, de sus familias y de su entorno, expuso esta  noche el joven catedrático universitario Rafael  Villegas.

Dentro del ciclo de conferencias que organiza cada mes el Departamento de Estudios Sociourbanos del Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades (CUCSH) y el Fondo de Cultura Económica, Librería José Luis Martínez, el candidato a doctor en Historiografía por la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) y profesor de la Universidad de Guadalajara (UdeG), impartió la conferencia Memoria y Cómic, la narrativa gráfica de Nakazawa, Spiegelman y Sacco.

Esta investigación es parte de su tesis de doctorado, explicó Villegas, al señalar que busca demostrar a través de su trabajo de análisis cómo es que se construye el proceso de memoria además de la riqueza que aporta el cómic al narrar el pasado.

Los tres autores tienen en común sus lazos con contextos de postguerra en diferentes conflictos armados: Keiji Nakasawa, un milagroso sobreviviente directo de la bomba atómica que estalló frente a sus ojos en Hiroshima; Joe Spiegelman, hijo de judíos polacos ex prisioneros del campo de concentración de Auschwitz, y Joe Sacco, autor de cómics alternativos estadounidense famoso por sus novelas gráficas sobre los conflictos armados en Gaza y Bosnia.

Rafael Villegas explicó que contrario a la creencia de que la memoria la va construyendo una persona a partir de sus vivencias, éste en proceso dinámico en el también influyen las vivencias de terceras que uno llega a apropiarse y a creer como parte de su pasado, al grado de que son incorporadas y mezcladas como tal, constituyendo la memoria de una persona.

A partir de esta hipótesis, el investigador analiza la narrativa presente en la obra de los tres artistas que, a su gusto, dignifican el papel de cómic y lo ubican no sólo como una expresión que entretiene sino cómo una obra que ayuda a contar historias que a su vez generan memoria en sus lectores.

Explicó que mientras han sido difundidos los horros del holocausto judío cometido por los nazis, poco se ha hablado de las secuelas negativas que dejaron las detonaciones de las bombas atómicas en Hiroshima y Nagasaki, en parte por que las naciones quisieron ocultarlo y porque los propios sobrevivientes negaron el tema. Fue hasta 1972 cuando Nakasawa reconoce su pasado, lo enfrente y lo plasma con su cómic Yo lo ví (I saw it), dónde plasma en viñetas crudas estilo gore los estragos que causó la bomba frente a sus ojos: gente que camina con la piel cayéndose de su cuerpo; gente quemándose, caos o destrucción.

Por su parte, Spiegelman es ejemplo de cómo la memoria de alguien se traspasa a otra persona quien la puede llegar a asumir como propia. El autor asimilo los sufrimientos y tragedias de sus padres en el campo de concentración y los hizo suyos, lo cual plasma en su obra Mauz, en la que se asume como parte del campo de concentración aún cuando el nacería años después ya cuando sus padres eran libres y vivían en Estados Unidos.

Caso similar es el de Sacco, quien asume un rol de periodista participativo de los hechos y en sus cómics, a partir de investigaciones presenciales, narra desde su perspectiva y la de los que están a su alrededor cómo se vivieron conflictos como la ocupación de la franja de Gaza o la guerra étnica en Bosnia.

Durante la hora y media que duró al conferencia, Villegas mantuvo cautiva a su audiencia que al final le brindo un aplauso y felicitaciones por su trabajo de investigación en un campo poco usual.