sábado, 15 de agosto de 2015

Partidos políticos necesitan transformarse: Javier Hurtado

 Porque en términos de calidad democrática y  gobierno vivimos en pañales, los partidos políticos  deberán transformarse para evitar el hartazgo  ciudadano y la ley deberá regular la participación de  los candidatos independientes.
 «El verdadero nombre de los candidatos  independientes debería de llamarse «sin partido» y  es necesario ponerle candados a la ley», dice el  politólogo de la Universidad de Guadalajara Javier  Hurtado, porque lo que hemos visto hasta ahora son  exmilitantes de partidos que están camuflando las  candidaturas de políticos frustrados, lo que no deja  de ser un fraude. 

A la luz de los resultados del pasado 7 de junio, Javier Hurtado señala que «lo que pasó es que hay un hartazgo con las formas tradicionales de hacer política, con los partidos políticos, con los políticos tradicionales, y eso no es exclusivo en Jalisco, es en todo México y en todo el mundo».

Ejemplifica con las mediciones y las encuestas de Latinobarómetro, de Eurobarómetro, «o sea, las encuestas que se hacen para conocer el grado de satisfacción de la gente en la democracia y el grado de credibilidad y confianza en las instituciones que nos dice que los partidos políticos están en el último o en el penúltimo lugar».

¿Y los políticos?

—«Los políticos igual y la gente también llega a decir, a sostener, sobre todo en México prevalece esta opinión con los mayores rangos, de que es posible una democracia sobre todo sin Congreso y sin partidos, lo que a mí me parece un sinsentido, pero hay gente que así lo sostiene, eso lo dice la última encuesta de Latinobarómetro, que es la que está publicada, que es la de 2013: el 40 por ciento en México sostiene que es posible una democracia sin Congreso nacional y sin partidos, razonamientos que me parecen peligrosos».

Javier Hurtado termina esta sentencia con una risa contagiosa.

¿Es una decepción de los ciudadanos?

-«Sí, claro, pero también hay que decirlo, hay que esquematizar, hay de democracias a democracias y hay de países a países y quiero decirlo, hay que señalarlo: hay un ranking muy interesante que se llama el Democracy ranking, que se aplica a 110, 112 países del mundo y donde México se ubica en el  lugar 55 y comparado en América Latina entre los 18 países latinoamericanos. Ciertamente la mexicana no es la peor democracia, la de menor calidad, porque hay otras de menor calidad como la de Guatemala y Honduras, pero México sí está como a cinco o seis lugares de estar en el peor lugar, es decir, está como en el lugar decimoctavo o decimotercero.

De acuerdoal mismo ranking, las tres mejores democracias presidenciales del mundo son Chipre, Ghana y México aparece en el lugar 14 o quince, en la cola.

«A eso se debe que en nuestro país existan ese tipo de concepciones de que el 40 por ciento espera una democracia sin Congreso y sin partidos, es el grado de satisfacción de la democracia y México es un país donde el mayor número de personas está insatisfecho con la democracia, pero eso no significa que entonces en todo el mundo la gente esté igual, lo que pasa es que México es uno de los peores países con su democracia, esa es la verdad y hay que decirlo», acota.

¿Hasta dónde la partidocracia ha sido una rémora?

—«Sí, creo que también cuando la gente habla y lo dice, pues creo que lo que ha afectado mucho al desmpeño de la democracia ha sido el fenómeno de los partidos».

¿Hay que desaparecerlos?

—«Yo de ninguna manera plantearía que hay qué terminar con los partidos políticos, yo creo que a los partidos hay que transformarlos».

Apenas se dieron las primeras candidaturas independientes y ya se habla de ponerles candados…

—«Que les pongan candados es lo correcto, ataja rápidamente, porque lo que hemos estado viendo es que no son realmente candidatos independientes en principio, y en segundo lugar no está bien establecido cuál es ese candidato. Por ejemplo, un dato nos dice que si consultamos el padrón de miembros del PRI, le ponemos Jaime Heliodoro Rodríguez Calderón y nos damos cuenta que así se llama el famoso Bronco, entonces ahí están, todavía aparece en el padrón del PRI, claro, pero hay que revisar qué es lo que dice la legislación local de Nuevo León y es que basta con que se dé de baja seis meses antes de que se registre su aspiración de ser candidato independiente. A mí me parece que eso está mal».

Señala que «el verdadero nombre de los candidatos a diputados independientes debería de llamarse ‘sin partido’, pero debería de ser realmente para una persona que durante los últimos tres años nunca fue ni militante ni dirigente, ni candidato, porque de alguna manera eso es un fraude porque en el fondo están camuflando candidaturas de políticos frustrados».

MÉXICO, EN PAÑALES

Para el también investigador del Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades, Mexico está mal en cuestiones de pesos y contrapesos de poder, «las libertades y derechos políticos de los que se gozan como la libertad de prensa y de información en general, creo que la vigencia del Estado de Derecho son asignaturas en las cuales, hay qué decirlo,  México está muy mal, definitivamente».

¿Hasta dónde tiene que ver con esto el caudillismo, el autoritarismo?

—«Creo que no, creo que es al revés, porque paradójicamente en algunos países cierta redemocratización o impulso a la democracia la han impulsado para mal ciertos caudillos o salvadores de la patria y los ejemplos son mútiples, basta mencionar un Hugo Chávez, Alan García en Perú, ha habido varios casos, Evo Morales, en Bolivia».

Asegura que el modelo a seguir, en términos democráticos, es Uruguay, donde se vive «la mejor democracia en América Latina», somos completamente opuestos, asegura.

«Uruguay es el mejor en calidad de democracia, por el comportamiento de los políticos, de los ciudadanos y de diseños institucionales y constitucionales, por ejempo, en Uruguay, el Congreso puede emitir mociones de censura a los ministros y si emite más de cinco, y si esa moción de censura no se aprueba por más de las dos terceras partes, el presidente la puede rechazar, la regresa al Congreso y si insiste el Congreso, el presidente puede establecer la disolución del Congreso y en Perú es una cosa similar».

Concreta el académico de la Universidad de Guadalajara: «En México vivimos en el siglo 19, estamos en pañales, nuestro sistema de gobierno es el mismísimo de la constitución de 1824».

Otros ejemplos que pone el maestro Javier Hurtado son los de España, en Madrid y Barcelona, país con el que estamos a siglos de distancia en cuanto a calidad de la democracia.

«En Madrid, el partido que quedó en segundo lugar es el que encabeza el gobierno, en México, el partido que gana un elección municipal con el 40 por ciento de la votación se lleva el 62 por ciento de los regidores», finaliza.