“Siento mucho orgullo de ser periodista”,
reconoció Elena Poniatowska Amor, en la primera de las ponencias magistrales
que integrarán la cátedra que lleva su nombre, creada recientemente por la Federación de Estudiantes Universitarios (FEU) y que inauguró este 2 de
octubre.
La intelectual, escritora
y activista mexicana dio constancia del oficio y la pasión declarada a lo largo de la ponencia que presentó esta tarde en el paraninfo, dentro de la ceremonia
de inauguración del programa de análisis y reflexión creado por estudiantes y
para estudiantes.
A través de su lectura, Poniatowska trajo al presente la matanza del 2 de octubre de 1968 y el contexto político, social y cultural en el que se insertó ese momento histórico; lo hizo concatenando biografías de universitarios de la época con hazañas políticas o al referenciar corrientes ideológicas de la época con los cambios que se veían y vivían en las calles de las ciudades que abanderaban la transformación: París, Praga, Ciudad de México.
Traer al recuerdo la
crónica que la escritora octagenaria legó a la historia mexicana a través del
libro La noche de Tlatelolco (Ediciones Era, 1971), resultó pertinente tanto
porque la apertura de la cátedra coincidió con la conmemoración de la noche
trágica del movimiento estudiantil, como porque la gran mayoría de la audiencia
en el paraninfo, eran jóvenes universitarios, chicos en sus veinte años que han
de llenar de significado el lema “2 de octubre, no se olvida”.
La también autora de Hasta
no verte, Jesús mío, puso en el glosario de los jóvenes –que serán
destinatarios de la cátedra gestionada por la FEU– el nombre de Raúl Álvarez
Garín, uno de los líderes del movimiento que ella rememoró, fallecido el 26 de
septiembre de 2014, horas antes de que se sucedieran los hechos en los que
desaparecieran 46 estudiantes de la Escuela Normal Rural “Isidro Burgos” de
Ayotzinapa.
“¿Qué diría Raúl Álvarez
Garín?”, se preguntó Poniatowska sobre Ayotzinapa, sobre un país que mata a los
jóvenes y que es despiadado con los niños; de un país en el que todos los
mexicanos podrían preguntarse “quién nos protege”; “¿qué diría de los cambios
en el programa académico del Poli (Instituto Politécnico Nacional), que
convierte a los jóvenes en mano de obra barata?”, cuestionó.
“Tengo más sobre
Ayotzinapa, pero siento que nos vamos a deprimir demasiado”, declaró ante la
audiencia y sus compañeros en la mesa del presidio, doctor Miguel Ángel Navarro
Navarro, Vicerrector Ejecutivo de la UdeG y José Alberto Galarza Villaseñor,
presidente de la FEU.
Poniatowska Amor prefirió,
en lugar de abundar en lo sucedido en Guerrero, certificar que el futuro de
México está en sus jóvenes. Recordó el coraje de José Clemente Orozco, autor
del mural que domina la cúpula del paraninfo y sentenció: “Coraje es lo que
necesitamos todos nosotros para seguir adelante”.
Previo a la exposición de
Poniatowska, Navarro Navarro hizo pública la decisión del Consejo General
Universitario de designar a la periodista como Doctor Honoris causa de esta
Casa de Estudio.
Por su parte, Villaseñor
Galarza entregó a Poniatowska Amor un reconocimiento por parte de la FEU por su
compromiso con el periodismo y su actividad intelectual.