El 6 y 7 de noviembre de
2015 se cumplen 14 años de que fueron encontrados, en el paraje campo
algodonero de Ciudad Juárez, Chihuahua, ocho cuerpos de mujeres jóvenes, que
habían sido torturadas sexualmente antes de ser asesinadas.
El 16 de noviembre de
2009, la Corte Interamericana de Derechos Humanos condenó al Estado mexicano
por la violación a los derechos humanos de las mujeres que fueron encontradas sin vida, primordialmente por la discriminación de género que acompañó las
muertes y a la falta de respuesta del Estado.
Por esto, a partir del 2010, diversas organizaciones de la sociedad civil se unificaron para declarar el día 6 de noviembre como el “Día por la Erradicación del Feminicidio y la Desaparición de Mujeres”. En el marco de ese día, el Consejo Consultivo de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos reconoce que la violencia feminicida es una de las formas más extremas de discriminación contra las mujeres e implica una violación de sus derechos humanos, asimismo, reitera la necesidad de enfrentar este tipo de violencia de forma interdisciplinaria e interinstitucional, a fin de que se dé respuesta a cada una de sus facetas.
La violencia contra las
mujeres es un fenómeno multidimensional y multifactorial que las afecta sin
importar su edad, origen étnico, condición socioeconómica, ideología, religión
y nivel de estudios; y que se produce en el marco de una cultura de desigualdad
y discriminación contra ellas, lo que se debe asumir en la construcción de las
políticas públicas tendentes a combatirla.
El acceso de las mujeres a
una vida libre de violencia es un derecho humano que garantiza su libertad,
promueve la igualdad jurídica entre la mujer y el hombre, reconoce su dignidad,
y favorece su desarrollo y bienestar conforme a los principios de igualdad y no
discriminación.
Hoy, a casi seis años de
la emisión de la Sentencia de la Corte Interamericana y a dos años de haberse
llevado a cabo su supervisión, si bien se ha visto un avance normativo y el
gobierno de México ha dado importantes pasos para su cumplimiento, la violencia
contra las mujeres, continúa perpetrándose tanto en el ámbito público como el privado,
situación que debe ser erradicada.
El Consejo Consultivo de
la Comisión Nacional de los Derechos Humanos reconoce estos avances; hace votos
porque la sentencia sea cumplida a cabalidad y se compromete a seguir
trabajando para lograr un cambio cultural en México, eliminando las causas de
la violencia contra las niñas y mujeres, así como para velar porque los
derechos humanos de éstas sean protegidos, dando con ello impulso al
cumplimiento de la Convención Interamericana para prevenir, sancionar y erradicar
la violencia contra la mujer “Convención de Belém do Pará”.