miércoles, 8 de julio de 2015

Facultad de Derecho: cultura de juristas y lengua de abogados

 La necesidad de contar con un espacio idóneo para la  impartición de clases, conjuntada con las buenas  relaciones de algunos personajes del momento,  permitieron la creación de lo que hoy es conocido  como el edificio de la facultad de derecho de la  Universidad de Guadalajara.
 En plena década de los sesentas, cuando la capital de  Jalisco comenzaba a vivir una transformación más  acelerada hacia la modernidad, el gobernador Juan  Gil Preciado ofreció a la casa de estudios, a través de  su amigo Manuel Bailón González -quien entonces era director de la facultad de derecho- un predio de varias hectáreas en la zona de Barranquitas, en donde además se tenía proyectada la construcción de una ciudad administrativa y la ampliación de la Escuela Normal. 

Luego de algunos años de labor dentro del poder legislativo, tiempo en el que hizo una pausa como director y consiguió el presupuesto para poder realizar la obra, además de un trabajo con el arquitecto Salvador de Alba, finalmente en el año 1964 se inauguró el edificio del Instituto de Ciencias Sociales y Humanidades, en lo que actualmente es el edificio G del CUCSH o el de la ex facultad de derecho.

Este inmueble, característico por ser curvo y por estar a espaldas del auditorio Salvador Allende, forma una armonía ahora casi imperceptible con la glorieta de La Normal y con la escuela que está del otro lado de la avenida Alcalde, aspectos que son casi imperceptibles de debido a que posteriormente se fueron construyendo más edificaciones que disminuyeron el efecto visual y las dimensiones de sus explanadas.

Actualmente, al igual que hace más de cuatro décadas, sigue funcionado como espacio para formar a los futuros litigantes jaliscienses.